28 noviembre 2005

El paseo


Qué manera de pasarlo bien donde quiera que vayamos.
Y lo mejor de todo, es que nada nos complica para asistir, sólos tu y yo.
Ni siquiera necesitamos del resto para entretenernos. Con vino, cerveza, comida, aire libre, atendidos como reyes.
Para muestra les dejo la foto del cabrito asándose en pleno, que mala vida no creen.
Besos te amo Bebé.

Eterno espiral


Fue ayer hace exactamente un año, que en conjunto firmamos un pacto, un acuerdo eterno.
Un tratado de amor entre tú y yo.
Ayer hace exactamente un año sonreíamos nerviosamente frente a una mesa adornada de flores y frente a nuestras familias.
Hace un año atrás nuestras manos alrededor de las 18:36 horas, sudaban de nerviosismo.
Amor, amor eterno, revive en cada día con cada palabra.
¿Habrá cambiado nuestro amor en el transcurso de un año?
Tal vez hemos crecido, hemos madurado nuestros proyectos, sin embargo la pasión que siento por tí es la misma de una adolescente, con el vigor y la fuerza de la juventud, te amo eternamente, desgarrando oceános, derribando montañas, arrojando planetas, con el poder de todas las fuerzas de la naturaleza te amo, te amo desde las profundidades de la tierra hasta el universo sempiterno.
Para siempre y por siempre, compañera, amiga, amante, esposa.

25 noviembre 2005

El Vino

De alguna forma cuando uno tiene un vicio y lo deja sin querer lo termina reemplazando por otro.
Me caí al frasco con los vinos y cada vez que paso al supermercado, me baja la obsesión de tenerlos y cuando los tengo me cuesta beberlos, me cuesta dejar que se metan en mi cuerpo inunden mis arterias, se me suban a la cabeza, me den muchas vueltas y después como una gran bajeza eliminarlos por la orina o el sudor, peor aún por la inconsciente respiración.
Me enojo por eso.
Cuando los tengo, los miro y remiro, a escondidas de mi esposa, sin sospechar nada la engaño con otra, con la codicia de querer tener más vinos, para admirara sus etiquetas bien diseñadas, para imaginarne su sabor en mi lengua, me vuelvo paranoico con ellos.
Cuando voy a una tienda, a escondidas hurgueteo en mini cavas, que bien me servirían para conservar mis botellas.
Es una obsesión.
Perdón mi amada por esta maligna confesión, de un amante del vino que no logra emborracharse con él.

11 noviembre 2005

La Muerte


Algún día voy a escribir seriamente de la muerte.
La imponderable, la magnífica, la sublime.
Pensar en ella no es pensar en cualquier cosa, el asunto es que de un tiempo a esta parte se me ha presentado en forma de espectro por las noches.

Es la única forma que pueda explicar este mal dormir que me aqueja.
Muerte amiga, pasajera, imperdonable.
Muerte que algún día nos sentaremos a conversar frente a frente, compartiendo este mal café de oficina pública.
Muerte, compañera que estás caminando detrás de mi al acecho de convertirte en una mano asesina, en un imprevisto movimiento o genarándote en mis propias entrañas.
Muerte buena, muerte en paz, muerte alegre.
Aquí sentado te espero, aunque día a día te haga el camino más difícil, aquí te espero muerte socia, muerte amiga.